martes, 18 de enero de 2011

VACUNA para AMAR

La hormona de crecimiento puede ser utilizada como tratamiento anti-edad, fue lo que escuchaba en una plática mientras esperaba mi turno en la fila. ¿Qué relación podría existir entre esa hormona y la edad?. Seguí escuchando la plática,  una señora le decía a la otra “-Es increíble lo fresca y joven que te sientes al siguiente día de aplicarla”.
Fresca y joven es el deseo de toda mujer, verse así puede garantizar un estado de plenitud, satisfacción, y garantizar el amor, lo vemos en todos lados, en las revistas, la tele, la calle, “Haz lo necesario, pero luce fresca y joven”. Si tan solo miráramos internamente, entenderíamos que no hay vacuna o antioxidante que te ayude a ser lo que las campañas prometen.  La frescura no retrocede,  la frescura se genera cada día. Uno ha de terminar con todo el conocimiento acumulado durante el día, heridas psicológicas, compararse con otra persona, compadecerse de sí mismo… terminar con todo eso antes de acostarse, y untárselo a modo de crema, de modo que al día siguiente la mente  sea fresca y joven. Una mente así nunca puede ser lastimada, y menos vieja. Entonces entendí realmente… lo que te hace crecer, sea hormona, sea sentimiento, te hace más joven.  
Deberíamos dejar de intentar  deshacernos de todo aquello que nos lastima, esas cosas son nuestros antígenos, de los que nos queremos desprender, sin saber que solo con ellos podemos crear anticuerpos y solo así una respuesta de defensas. Si por un momento dejáramos de luchar y nos quedáramos quietos, cuando ya no esperas nada, ni pides, ni exiges, ni buscas, ni posees, cuando ya no tienes celos, ni temor, ni ansiedad, cuando estás realmente en silencio, sólo entonces es posible sentir frescura y juventud en alma y así poder amar

El amor no es una cosa de la mente, de la juventud o del cuerpo. La razón de que no tengamos amor es porque las cosas menos importantes han llenado nuestros corazones, celos, envidias, deseos de ser alguien, ambición, éxito, de igual manera que colmamos nuestra vida, de mala alimentación, poco ejercicio, estrés, radicales libres y nos dejamos de ver jóvenes

No hay aun en el mundo una vacuna que retroceda el tiempo, ni hay una persona que logre olvidar, y volver a empezar, en algunos casos, cierta memoria inmunitaria se produce, como una especia de inmunidad transitoria frente al ataque patógeno, pero para lograr esto solo nos queda, inyectarnos nuestro pasado, asumir lo que somos, ver cada día como una oportunidad y sentir que es un privilegio el crecer en edad y sabiduría, solo así se es lo suficientemente joven para nunca dejar de amar
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario