Se define la amorexia como la alteración del amor para perderlo de forma rápida mediante la restricción de la ingesta de cariño. Hay que marcar la diferencia entre la amorexia nerviosa y la baja incorporación de cariño, esta última no resulta perjudicial siempre y cuando se siga una dieta variada en atenciones y el peso de las mismas sea el adecuado para el individuo. Sin embargo se puede decir que la primera es un trastorno psicológico que requiere tratamiento médico.
Las personas que sufren amorexia tienen una imagen errónea de su amor, sienten que no los aman, cuando si lo hacen, o simplemente no valoran el amor que se les brinda. Este tipo de enfermedad se basa en una gran alteración de la conducta al amar que trata de mantener la cantidad de cariño debajo de lo normal y un gran miedo a obtener amor.
Como mencione antes, la pérdida de amor se da a través de ingerir cada vez menos cantidad de cariño, en especial aquellos con alta carga emocional, la mayoría de los amoréxicos termina realizando una dieta restringida de demostraciones amorosas para eliminar lo que les sobra en el corazón.
Existen distintos tipos de amorexia:
De carácter restrictivo: en dónde la pérdida de amor se consigue a través de una dieta a base de, no te necesito o miedos a fracasos, y un ejercicio intenso para olvidar toda manifestación de cariño y dónde los afectados no recurren a los atracones o cualquier tipo de purga para eliminar al amor.
De índole compulsiva: estos individuos sí recurren a atracones o purgas incluso después de ingerir pequeñas cantidades de cariño, dejando así de hablar, borrando su existencia del mapa, o con una indiferencia total.
La amorexia se puede diagnosticar no sólo al ver a una persona con una baja autoestima, esta enfermedad presenta ciertas características muy propias de dicho trastorno:
Rechazo a mantenerse enamorado de acuerdo a las perspectivas del individuo, adopción de distintos métodos de indiferencia, tener como objetivo únicamente el no amar, carácter hostil e irritable, la persona tiende a tener actitudes depresivas, actividad física para no pensar en el ser amado, miedo intenso a enamorarse, distorsión de la imagen del cariño , restricción de atenciones entre otras cosas.
Los médicos asienten que el perfil de una persona que padece amorexia se basa en ser muy inmaduro y dependientes del núcleo familiar, con un gran miedo a la maduración sexual y a asumir responsabilidades y aclaran que esto puede presentarse a cualquier edad.
Existen diversas complicaciones en el caso de la amorexia si ésta no es tratada a tiempo y de una forma adecuada
Los amoréxicos pueden ser reconocidos fácilmente por distintos síntomas emocionales: no tener la habilidad para hacer frente a situaciones emocionales o expresarse, hay una disminución de las relaciones sociales (se produce un aislamiento), cambios drásticos de humor. Esta hipersensibilidad en el área emocional está acompañada por ese deseo de poder manejar sentimientos y reacciones que son afectadas por ese condicionamiento social de sentirse bien, lo que indica para un amoréxico dejar de amar.
Hay diversos tratamientos para la cura de la amorexia, las alternativas son: psicoterapia, terapia comportamental, terapia de pareja, etc. Los objetivos de estos tratamientos es regularizar la forma de ver el amor en el individuo y tratar que el entorno solucione sus disfunciones ya que el papel de la pareja es fundamental para la recuperación. Se recomienda en el caso de la pareja del afectado que traten de hacer encontrar a su amado los valores perdidos, fomentar su iniciativa, independencia y autoestima. Ayudarlo a manejar su ansiedad, si se manifiestan actitudes sospechosas no hay que encubrirlas sino pedir ayuda profesional rápidamente.
La amorexia detectada a tiempo tiene cura y puede salvar tu vida.
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