miércoles, 1 de septiembre de 2010

FUMAR y AMAR

¡Dejé de fumar!, un triunfo que no entiende el que el vicio no tiene, así que para acompañar a mí amiga en tremendo logro traspapele el dejé de fumar al dejé de amar.


Un cigarrillo que inocentemente pruebas por primer vez, casi a escondidas, ese primero en el que se juega uno todo, la complicidad con los amigo, el regaño de los padres, el saber que con uno… no pasa nada, lo pruebo solo para ver que se siente y si quiero lo dejo, amor de adolecente.

Lo que uno no sospecha, es que una vez que lo pruebas te das cuenta que va a seguir contigo toda la vida. Allí se queda la nicotina, pidiéndote más y más, de la misma forma entra el amor, de igual manera se fija en uno y te crea adicción.

Al principio es placentero, casi un juego, te da quizás hasta cierta seguridad o importancia, y empieza poco a poco a ser tu compañero, y ser casi una extensión de ti, como lo es tu nuevo amor un ser extraño que se mete en tu piel y te calma, te entiende, esta siempre allí cuando lo necesitas, el placentero de la mañana, el delicioso después de comer, dicen que no hay nada mejor después de …,(mi hija lee esto), y así se vuelve algo tan cercano, hay ya tanta confianza, que hasta te lo llevas la baño, y en ese momento, valió madre!, ya no vuelves a ir al baño sin compañía. Foco rojo!, el cigarro no tiene propiedades de laxar ni el amor de soportar olores ajenos.

Y lo que eran dos se convirtió en uno, ya no sales solo, viven juntos y felices, una perfecta unión, y te convences con el tiempo de que es imposible vivir como antes. Ajá, así llega a la vida y ¡zaz!, de sopetón te das cuenta que te hace daño. Que tal, lo primero que afecta es la boca, ¿casualidad?, en el amor lo primero q se van son los besos. Ya no sientes ese placer al fumar, empieza una gnosis extraña y misteriosa que te dice dejalo. No puedes, eres consciente del daño que hace y no puedes dejarlo, ya no es un vicio es un habito, y lo intentas, el no vuelvo a fumar, el ya no quiero amar, es como el no vuelvo a tomar de la cruda, ¡MENTIRA!

Una eterna unión que acaba siempre en un triste final. Intentar dejarlo, se vuelve tan doloroso , y empieza el peregrinaje por los ensayos fallidos, es tan difícil que hasta cursos, libros , parches, en fin mil inventos en el mercado para dejar de fumar, cuando lo único que se necesita es voluntad, como para dejar de amar.

¿Y qué tal los síntomas? En cada intento, son idénticos, abstinencia, uy ! no me toques, no quiero saber nada de ti (pero te necesito tanto), irritabilidad, depresión q te lleva a comer, y se acabo, para que todo esto…mejor uno y ya, total si igual me voy a morir da igual porque sea (por culpa del cigarro o del amor), Nunca falta el que necesita el apoyo de otro para dejar de fumar, como si así fuera más fácil, los dos a la vez , o el q empieza con una dosis menor hasta olvidar, dosifican la nicotina y el amor, procuran mantenerse ocupados en otras cosas para no pensar, …y tantas cosas más, un hecho es que nadie deja de amar o fumar en el primer intento.

¡Si tan solo nos advirtieran! Deberíamos de tener también, una leyenda tatuada en la piel que nos indicara antes de enamorarse: “Amar, puede ser perjudicial para la salud”

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