miércoles, 1 de septiembre de 2010

SIMPLE es LEGO

Tengo un recuerdo simple y fresco…una enorme caja que suena, y rompo pronto el papel para ver lo que hay…Es un Lego! Cientos de esas piezas de colores que embonan unas en otras esperando tu imaginación.


Si alguna vez recibiste uno sabrás la emoción que se siente, y las horas que puedes pasar frente a ellos, allí apilando colores para crear formas, descubriendo todo lo que puedes lograr. Sabrás que un Lego no es un simple juego y querrás guardar y heredar esa experiencia de ladrillos de color, piezas y pequeños hombrecitos de cabeza amarilla.


Es simple, no hay instructivo, solo apilas lo q imaginas, es casi nato, dejas actuar al inconsciente para volverlo real, poderlo tocar y jugar, lo malo es que uno crece y se te olvida lo fácil que puede ser y lo divertido del proceso.


Toda nuestra vida está suelta en esos pequeños blocks, revueltos en el piso, y boca abajo en el tapete no recuerda uno que hacer, sabes que puedes intentar algo diferente, único, increíble, y te detienes a pensar ¿qué crear? Tomas uno lo embonas, otro y otro y nada, no sale nada, un de dos, o tus manos ya son muy grandes o las piezas muy chicas. Yo creo que el problema está en la mente, esa mente de adulto que se atrofia a la imaginación, que no sacrifica nada por inventar, que no deja lugar a lo imposible y solo llena de seguridad los días; si ya todo está hecho. Volteas a verte y te sientes casi ridículo en esa posición, frente a esas pequeñas cosas que nada te inspiran.


No tienes tiempo y es mejor guardar esa caja, subirla al armario y allí dejarla, hasta que llegan unas manos pequeñas a dar vuelta la caja, clap, clap, clap, maravillosamente logran hacer lo que tu habías olvidado, juntar esas pequeños y sencillos blocks para hacer grandes cosas, admirarlas y deshacerlas para crear nuevas. Un adulto jamás hace eso!, es imposible que teniendo allí lo más maravilloso que puedas lograr, lo destruyas para hacer algo nuevo, es estúpido hacer algo así. Olvidamos que las piezas son las mismas y que para cambiar solo es necesario echar abajo y reacomodarlas.


A veces solo a veces deberíamos de sacar el Lego y darnos cuenta que tenemos todas las partes para intentar hacer lo que soñamos, es solo mezclarlas en el piso y empezar a embonar darte cuenta de que tu diriges, formas, creas y diseñas, tu vida, no olvidando reír mientras vas creando y sobre todo que si debes echar abajo lo hecho, no es por falta de inteligencia, es deshacer para crecer.

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